Bienvenidos al sitio de la revista de la cooperativa El Álamo.

La Universidad de Buenos Aires sale al encuentro de la sociedad civil y se pone al servicio de los que más necesitan de profesionales de calidad dotados de una importante sensibilidad social. De aquí que se establezca esta relación con cooperativas y ONGs dedicadas a abordar el problema de la basura en un sector de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La revista “CONEXIONES.UNAMOSEPARANDO” , se hace cargo de la cuestión de la BASURA desde diferentes aristas: lo social, lo político, lo económico, lo medioambiental, etc.
Ponemos sobre relieve la basura como problema complejo, ya que además supone subjetividades que deberían ser re-pensadas y en ese sentido, re- significadas, como por ejemplo el cartoneo.
Somos articuladores de los saberes y sentidos presentes en la sociedad; y también facilitadores del diálogo público en la esfera pública, debido a que como comunicadores sociales tenemos un rol ético, social y práctico fundamental como colaboradores en construir ciudadanía.

RECICLADO

Las cooperativas reciben plástico, vidrio, cartón, papeles, latas de metal y tetra bricks. Es importante que estén limpios y secos para recuperarlos.

EL ÁLAMO

El Álamo es una de las distintas cooperativas que trabajan en la recuperación de residuos dentro de Capital Federal. Su área es la comuna 12.

CONTENEDORES

Uno de los contenedores que pueden verse por la Ciudad. Son útiles para desechar todo tipo de basura pero nadie los quiere enfrente de su casa.

DEUDA

Según la OMS, una ciudad debe contar con 10 m2 de espacios verdes por habitante para ser un buen entorno. Buenos Aires está en deuda: llega a 6 m2.

SEPARACIÓN EN ORIGEN

Una de las claves para gestionar adecuadamente los residuos es la separación en origen. De lo contrario pierden valor y exigen un mayor esfuerzo.

CONTAMINACIÓN

El riesgo que implica la invasión de los desechos en la vida diaria de las personas.

DESECHOS

Las cuencas de los ríos reciben desechos directa e indirectamente, y afecta a las poblaciones más vulnerables, que suelen establecerse alrededor.

¿Cómo maneja España el tema "basura"?

Por último, te dejamos el caso de España para finalizar nuestro recorrido sobre el manejo de la basura en la Unión Europea.
Por Diego Daniel Marghetich
El caso español refleja un despliegue positivo, consecuencia de la puesta en marcha de la normativa vigente en la UE. Es un ejemplo actual que nos demuestra cómo gobierno y empresas decidieron hacerse cargo de los residuos que generan las principales ciudades y su intenso consumo. El país se encuentra actualmente entre las diez naciones que más reciclan en Europa, y las compañías que lo hacen posible  encabezan algunos de los más importantes proyectos de tratamiento de residuos a nivel internacional, facturando al año un total de 5.270 millones de euros, lo que supone un 13% del mercado medioambiental, área que garantiza empleo directo a más de 140.000 personas, según la fundación Forum Ambiental. Además, en este proceso, las empresas españolas adquieren una experiencia que pueden exportar al extranjero con gran éxito.
España alcanza a reciclar un 70% de los envases y casi la totalidad del vidrio con avanzados Sistemas Integrados de Gestión (SIG), los cuales se organizan sectorialmente por grupos de productores, cooperando con otros operadores como ayuntamientos, comunidades autónomas, empresas recicladoras y de logística, para cumplir con las obligaciones que la legislación establece. Un ejemplo del modo en que funcionan estos sistemas es ECOEMBES, uno de los tantos SIG sectoriales que cuenta con 12.088 empresas adheridas (en su mayoría fabricantes de envases de plástico y cartón) que deben, por ley, hacerse cargo de sus productos en todo su ciclo de vida. Por otro lado, el área dedicada a la recolección selectiva de vidrio se encuentra en manos de ECOVIDRIO, otro SIG al que se encuentran adheridas más de 2.600 empresas. Sin embargo, donde mayor número de sistemas de gestión de residuos existe es en el sector de Aparatos Eléctricos y Electrónicos: los más importantes son ECOLEC y ECOTIC. El proceso de gestión de ambos es totalmente íntegro y efectivo, ya que soluciona el problema de acumulación de aparatos eléctricos y electrónicos de descarte: se llevan hasta los almacenes habilitados por las distintas empresas y se trasladan hasta los centros de reciclaje. De este modo, la separación de materiales permite que vuelvan a utilizarse en la fabricación de nuevos equipos.
España se destaca por ser la nación más activa en Europa en cuanto a Eco Diseño. Se han impulsado 28.500 medidas para fabricar envases sostenibles. Se adelanta a otros países al dar una solución integral a las baterías usadas, y ha puesto en el mercado novedosos modelos de reciclado de teléfonos móviles y medicamentos. Estos últimos son tratados dentro del sistema de gestión de residuos español (SIGRE) en el cual los medicamentos utilizados recorren el camino inverso al de su venta en las farmacias, ya que es ahí donde el propio ciudadano puede reciclarlos y es el mismo distribuidor del medicamento el que recoge el envase que ya no sirve y lo lleva a los 140 almacenes de distribución. De este modo se reducen elevados costos de logística y se evitan emisiones de dióxido de carbono.
En cuanto al tratamiento de la basura urbana, el país cuenta con una infraestructura relativamente madura que incorpora tecnología de punta. La experiencia doméstica dotó a las empresas españolas de diferentes conocimientos que el sector de residuos requiere para competir en el mercado internacional. España no sólo se destaca en la recolección de desechos sino también en el tratamiento y transformación de los mismos en otro material o energía. El protagonismo de este sector está en manos de compañías como Cespa y Urbaser, las cuales cubren toda la cadena de valor en la prestación de servicios medioambientales, desde la recolección, hasta su tratamiento y aprovechamiento energético. Por otro lado, la multinacional FCC Environment, una de las empresas medioambientales más grandes del mundo, cuenta con nueve plantas de tratamiento de residuos urbanos instaladas en España dedicadas a la clasificación y biometanización (valorización energética), además del tratamiento y aprovechamiento de biogás y de los residuos provenientes de las refinerías de petróleo. También se ha especializado en la gestión integral de residuos industriales de todo tipo: peligrosos, no peligrosos, reciclables, suelos y pasivos medioambientales (residuos que no fueron tratados a tiempo y continúan causando efectos nocivos en el medio ambiente). En la misma sintonía, la firma Ros Roca Environtec, reconocida internacionalmente por el tratamiento de basuras domésticas, se destaca por la recolección neumática, que consiste en conducir los residuos a través de una innovadora red de tuberías subterráneas, desde el domicilio del ciudadano o desde un buzón situado en la calle, hasta la planta de tratamiento, a la cual llegan separados por los propios consumidores, liberando las vías públicas de contenedores y la operatoria de recolección tradicional.
Al margen de los sistemas integrados de gestión y de las empresas que se encargan de la recolección, recuperación y revalorización, existen otras compañías clave en toda la cadena de valor: la gestión de los aceites industriales usados se encuentra a cargo de SIGAUS, una de las principales compañías que agrupan al 90 % de los productores del sector y que gestionó más de 63 mil operaciones de recolección de aceites usados, de las cuales el 71% correspondieron a pequeños productores ligados principalmente a talleres automotores y pymes, el resto a grandes productos, instalaciones industriales o gestores finales. De este modo, el aceite usado se puede regenerar, reciclar e incluso revalorizar.
Cada parte del sector productivo, industrial y laboral, cumple de esta manera una función colaborativa con otros sectores de índole gubernamental y no gubernamental ligados al reciclaje, ambos apoyados en una matriz jurídica actualizada que los compromete con la protección del medio ambiente y hace del sistema de tratamientos de residuos español uno de los más avanzados y con mejor visión a futuro.

Alemania y el manejo de desechos

Como segundo punto de nuestro recorrido por el manejo de la basura en la Unión Europea, pasamos al caso alemán.

Por Diego Daniel Marghetich

Dentro de la Unión Europea, Alemania lidera la aplicación de políticas en materia de reciclaje de residuos acorde con una conciencia medioambiental que se ha formado en las últimas décadas
Alemania tiene la gran ventaja de haber promulgado leyes especiales que regulan la financiación de la eliminación o el reciclaje de la basura: Cada habitante debe pagar un impuesto mínimo por año por la recolección de desechos.
A partir de la década del 70 entró en vigencia una ley para la separación de la basura. Pero fue recién en 1994 cuando se decidió implementar un sistema unitario para todo el país, con la aplicación de la Ley de Economía Circular y Residuos, la cual permitió especificar las reglas para cada uno de los Länder. Esto dio como resultado las diferencias que hoy existen entre diversas regiones alemanas. Hay zonas donde la gente puede arrojar el papel a la basura doméstica, pero en otras tienen que llevarse a puntos centrales, donde son recogidos por separado.
Uno de los grandes logros de la nueva ley fue la casi desaparición de los viejos vertederos y su reemplazo por plantas de incineración. También se creó un sistema de reciclaje que exige mayor responsabilidad tanto de los consumidores como de los productores. El Sistema Dual Alemán comprende a todos los embalajes de plástico, aluminio o metal que se recolectan en un saco amarillo. Lo importante es que en los empaques aparezca impreso el punto verde, que consta de un círculo con dos flechas en su interior. El signo indica que no sólo el consumidor, sino también el fabricante, están pagando una cuota para que los empaques sean recogidos y posteriormente reciclados. De este modo los productores también se hacen responsables de la financiación del reciclaje.
Gracias a la separación de los residuos, los alemanes han logrado que se recicle el 60 % de la basura doméstica, la que, según estadísticas oficiales, suma 452 kilos por habitante por año, aproximadamente 1,6 kilos por día.

Holanda y el manejo de la basura

Como primer ejemplo del tratamiento de desechos en la Unión Europea, les proponemos repasar el caso holandés. 
Por Diego Daniel Marghetich
Holanda es uno de los países europeos que se encuentra a la vanguardia del reciclado de desechos. Al contar con una superficie pequeña y una desarrollada conciencia ambiental, el gobierno holandés puso en marcha medidas para eliminar definitivamente los rellenos sanitarios. A su vez, el impulso ecológico encarado con solidez por las distintas políticas, creó las condiciones para que empresas del sector privado se incorporaran en forma colaborativa acatando las estrictas normas de protección medioambiental.
En la segunda mitad de la década de los setenta, el manejo de residuos se colocó en la agenda administrativa como una de las principales prioridades. Pero fue a partir de los noventa que la transición se llevó a cabo desde un pequeño sector, organizado a nivel regional, a donde se encuentra hoy: un sistema centrado y ligado al impulso de innovaciones en la materia, con orientación internacional.
La política de gestión de desechos holandesa está basada en cinco elementos fundamentales:
Residuos clasificados jerárquicamente. El enfoque holandés aplica una guía de principios iniciales: reducir – rehusar – reciclar
Estrictas normas para su tratamiento. Normas para la protección del suelo de rellenos y niveles de calidad del aire para la incineración
Una planificación a nivel nacional. Políticas públicas orientadas a la cooperación entre los diferentes niveles de gobierno, para definir pautas sólidas, su aplicación y cumplimiento. Para ello el gobierno nacional trabaja junto a las diferentes autoridades locales y regionales.
Responsabilidad extendida de los productores (REP). Los productores comparten la responsabilidad en el manejo de los productos al final de su vida útil. Esta responsabilidad es acordada y vigilada bajo una estricta legislación.
El uso de diversos instrumentos para estimular la prevención y el reciclado. Hay varios instrumentos financieros disponibles: impuestos sobre rellenos sanitarios o sistemas de tasas basadas en el volumen de desechos.

Los Países Bajos, especialmente, tienen una amplia experiencia en la extracción de biogás de los rellenos sanitarios y vertederos. El desarrollo de sofisticados sistemas de alta tecnología para la captura de biogás, permitió la extracción óptima de los gases nocivos producidos por los residuos en descomposición. La recuperación y depuración de gas se utiliza para generar electricidad e incluso para su aplicación en una red de gas natural.
Los desechos que no pueden ser reciclados se incineran para la generación de vapor a través de redes de calefacción centralizadas. Las plantas de tratamiento holandesas no presentan signos de riesgo en la emisión de gases tóxicos ya que las instalaciones cumplen altos criterios de eficiencia como recuperadores de energías.
Con el objetivo de minimizar las emisiones de gases dañinos, se han puesto en marcha sistemas avanzados de recolección y logística. Los contenedores terrestres de las zonas neurálgicas de Holanda fueron sustituidos por cámaras subterráneas, en las que los ciudadanos pueden depositar por separado papel, vidrio, plástico. Este sistema reviste una mayor eficiencia y un mejoramiento higiénico a nivel urbano.
Las técnicas de separación de residuos tienen por objetivo lograr diferentes categorías: residuos de la construcción, demolición, electrónicos, industriales, comerciales o domésticos pueden ser triturados, tamizados o mezclados para ser transformados en combustible sólido recuperado (CSR).

El tratamiento de residuos en Holanda no solo se encuentra en manos de empresas privadas. El gobierno tiene sus propias agencias destinadas al control y manejo de desechos peligrosos como la agencia gubernamental NL, que da soporte a todos los niveles de gobierno a través de asistencia técnica en el diseño de instalaciones de residuos y la elaboración de políticas de gestión de residuos. 

El manejo de la basura y su tratamiento en la Unión Europea: Avances y proyecciones

Por Diego Daniel Marghetich
Europa es un continente con hábitos muy desarrollados en cuanto al tratamiento de residuos en comparación con otras regiones del mundo. El manejo de residuos en países como España, Suecia, Suiza, Noruega, Alemania, Austria y los Países Bajos, es una industria que, además de contribuir con el cuidado del medio ambiente, genera empleos calificados y utilidades.
Las normativas establecidas por la Unión Europea en materia de manejo de residuos, señalan a las empresas industriales como principales responsables a la hora de garantizar un adecuado tratamiento de los desperdicios que generan, en una forma eficiente, segura y respetuosa con el medio ambiente. Gran parte de la legislación existente en la UE adopta un enfoque específico para cada producto, y regula sectores como el de envases, vehículos, baterías o aparatos eléctricos. En base al principio de “Responsabilidad del Productor”, estas leyes obligan a las empresas productoras o manipuladoras de determinados productos a garantizar su tratamiento satisfactorio una vez que llegan a la basura, así como también a pagar la gestión de estos residuos.

Avances y perspectiva para la región:
Las condiciones macro difieren entre regiones. Los expertos observan un declive de norte a sur y de este a oeste, lo que tiene que ver con la situación económica particular de cada nación, ya que no todos los países europeos tienen las opciones de valorizar todo tipo de desechos, además de depender de la cooperación entre ellos. En los países escandinavos, por ejemplo, donde predominan los climas fríos y con pocos recursos para la obtención de energía, la basura cumple un rol fundamental al dotar de calefacción a parte de sus habitantes. Estos países desarrollaron políticas intensas de reciclaje y eliminación de residuos, al punto de lograr deshacerse de la totalidad de sus desechos, situación que incluso les permite importar basura. En Suecia, según informes de la Agencia de Protección Medioambiental local, se llegaron a importar 800 mil toneladas de basura con el objetivo de convertirla en combustible. De lo que se incinera para la calefacción, se devuelven los desechos de metales pesados a su origen, que proviene en mayor parte de sus vecinos noruegos.
La Unión Europea fijó como meta para 2020 que los países integrantes deben llegar a reciclar el 50 % de los residuos domésticos. Según un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), Alemania recicla un 62% y Bélgica el 58%. Estos países ya superaron la meta trazada, pero a muchos otros les resulta complicado llegar al objetivo establecido: España recicla cerca del 35%; Austria, otro país modelo de reciclaje, aunque no pertenece a la Unión Europea, recicla el 51% de la basura urbana y logra el 95% de reciclado de vidrio. Los Países Bajos, por su ubicación geográfica, como puerta de entrada en Europa y sus sistemas logísticos altamente desarrollados, pueden volverse un factor clave de imitación para otras regiones menos avanzadas del mundo. El sistema holandés logró reciclar más del 80% de sus residuos y las empresas advirtieron que las ganancias ambientales se lograrán uniendo esfuerzos para crear una cadena de producción sostenible.
La prevención y la reducción de desperdicios es la máxima prioridad del plan de gestión de residuos al que aspira la Unión Europea, el cual estimula la protección del medio ambiente sin distorsionar el mercado interior comunitario. Sin embargo, no hay una solución única que pueda aplicarse a todas las situaciones, pero la estrategia de la UE en la materia se fundamenta en una serie de principios básicos: la producción de residuos tiene que reducirse o, directamente, evitarse; la responsabilidad es del productor y quien contamina, paga; mantener la prevención, para anticiparse a posibles problemas potenciales; finalmente, los residuos deben eliminarse lo más cerca posible de su origen. Al mismo tiempo, por medio de diversas combinaciones innovadoras en el manejo de residuos y el desarrollo del eco-diseño se busca aumentar la competitividad de cada país en materia de producción basada en el reciclaje.

En los próximos días estaremos subiendo los casos de España, Holanda y Alemania, que nos ejemplifican lo que explicamos en esta introducción.

Galería

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